La asociación, o lo que sea

Desde la Prehistoria, el ser humano ha sabido bien que uniéndose a otros sería más fuerte; es decir, que tendría más posibilidades de dar caza al mamut y demás bichos. Lobos y leones cazan en grupo sus presas. Y dejando de lado esos instintos primarios y usando un ejemplo no tan primitivo, no tenemos más que mirar hacia nuestros verdes montes vascos: en nuestros montes, era habitual el trabajo comunal, hacer los trabajos necesarios entre todos los habitantes del pueblo; todos trabajaban en beneficio de todos. Es decir, una persona sola no puede abarcar absolutamente todo lo que se propone; en algún momento, algo fallará, y no podrá conseguir todo lo que se proponía. Entre muchos, en cambio, se puede conseguir beneficio para muchos.

En ocasiones, he sido un lobo solitario frente a una manada de ciervos. Sin poder decidir a cuál atrapar, mira a uno primero, y a otro después. No se atreve a moverse de su sitio, el pobre. Si no consigue comida, morirá de inanición. Finalmente, presa de la desesperación, sale tras un ciervo, a toda velocidad. Las garras se clavan al suelo, y el lobo corre cada vez más veloz en cada paso. La velocidad hace que el viento silbe en las orejas del lobo, y el pelaje se le pega al cuerpo, para reducir la resistencia al aire. El instinto de supervivencia guía al lobo, pero también al ciervo. Ambos quieren salir con vida de esa lucha. Yo era ese lobo, y los ciervos huidizos de la manada, todas las labores que pretendía realizar.

Al igual que los lobos para cazar, yo necesitaba ayuda, y se me ocurrió formar una asociación; por un lado, para repartir funciones, y por otro, para vincularnos más formalmente a al Club de Aikido Amagoia. Me reuní con Jose Luis y Juantxo de Amagoia, para explicarles qué queríamos hacer; les pareción bien. Luego, hice una reunión, y los alumnos estuvieron de acuerdo conmigo. Siempre han tenido un comportamiento excelente, y en esta ocasión también. Decidimos crear una asociación, y dentro de ella, una agrupación deportiva. Ahora estamos a vuelta con el nombre, atascados a causa de un temilla burocrático: un funcionario del Registro de Entidades Deportivas me dijo que según el Decreto 29/1989 del Gobierno Vasco no se puede poner la palabra aikido en el nombre de la agrupación, porque el deporte principal es el judo, y debemos usar la palabra judo, nos guste o no. Absurdo. He leído el Decreto, pero se menciona la modalidad deportiva, y no se dice en ningún lugar que ese deporte deba ser el deporte principal de la federación. Entretanto, debemos empezar a preparar diversas actividades: exhibiciones, charlas, carteles… preparar la estrategia, en definitiva. Una vez repartidas las funciones, todo será más simple, y estoy seguro de que en vistas al futuro actuaremos con mayor efectividad y que conseguiremos ampliar el grupo.

En el siguiente capítulo: ¿En qué hemos quedado?

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